Podríamos decir que La Fundación Rotaria tiene una presencia invisible en nuestros clubes. La mayor parte de lo que hacemos cada semana en nuestros clubes y distritos no requiere la participación activa de la Fundación. Sin embargo, la Fundación es invisible del mismo modo que lo son los cimientos de un edificio: el hecho de que no se vean no significa que no sean fundamentales para que el edificio se mantenga en pie.
La Fundación que permitió a Rotary hacer frente a la polio es la base sobre la que se erige el servicio rotario. Desde hace 100 años, cuando recibió la primera donación de US$ 26,50, la Fundación ha apoyado y fortalecido nuestro servicio, ha hecho posible alcanzar nuestras ambiciones y nos ha permitido llegar a donde estamos. Debido a la Fundación, los rotarios saben que, si tenemos ambiciones y nos ponemos manos a la obra, hay pocas cosas que no podamos conseguir.
Nuestro modelo es increíblemente eficaz y ninguna otra organización puede equipararlo. Somos al mismo tiempo totalmente locales y totalmente globales. Contamos con destrezas, contactos y conocimientos locales en más de 35.000 clubes en casi todos los países del mundo. Nos merecemos nuestra reputación de transparencia, eficacia y buenas prácticas comerciales, y al ser profesionales y voluntarios altamente cualificados, logramos un nivel de eficiencia que muy pocas organizaciones pueden alcanzar.
En pocas palabras, un dólar donado a la Fundación tiene mucho más poder que un dólar donado a la mayoría de las demás organizaciones filantrópicas. Si quieren gastar un dólar para hacer el bien en el mundo, la mejor manera de hacerlo es donarlo a la Fundación. No me estoy vanagloriando, es un hecho totalmente comprobado que se refleja en las calificaciones que recibimos de organizaciones independientes.
Durante el Centenario de la Fundación, los rotarios superaron nuestra meta de recaudación fijada en US$ 300 millones. Si contribuyeron a esa meta, participaron en un logro extraordinario. Gracias a su generosidad, en lugares del mundo en donde nunca han estado, personas a las que no conocen tienen hoy una vida mejor. En definitiva, es nuestra Fundación la que nos permite hacer el bien siguiendo nuestros valores fundamentales, marcando la diferencia y trabajando en equipo del modo más eficaz posible ya que esta es la única manera de traer al mundo un cambio verdadero y duradero.